Imagínate un beso.
La primera vez que se me apretó el corazón por una muchacha fue mucho antes de Chavela, mi primer amor. Estaba jugando a los carritos con Carlitos en el balcón de mi casa cuando Merceditas, su prima, salió corriendo de su casa y se metió en la guagua estacionada frente a su casa. "¿Y para dónde se fue Merceditas?" Le pregunté a Carlitos, quien no me supo contestar excepto para decirme "déjame ir a ver." Momentos más tarde regresó.
Carlitos me sugirió que fuera a la guagua a ver lo que encontraba, mientras me miraba con una carita picarezca con tinte de diablo cojuelos. Yo abandoné la seguridad del balcón de mi casa y me adentré en territorio desconocido...(más aquí)
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